Un estudio elaborado por CCOO analiza los progresos que han logrado las principales empresas españolas en cuestiones de igualdad de género, aunque también pone de manifiesto que aún persisten diferencias entre hombres y mujeres. Según el estudio, los empleados de las mayores compañías cotizadas perciben un salario medio anual de 58.442 euros, mientras que sus compañeras ganan, en promedio, 48.604 euros.
Por otro lado, la brecha salarial ha disminuido en comparación con el informe anterior: pasó del 12,9% en 2022 al 11,6% al año siguiente. Al mismo tiempo, se ha incrementado la participación femenina en los consejos de administración, como señala la investigación «Evolución de indicadores de buen gobierno en las empresas del Ibex 35 durante el ejercicio 2023».
Composición y promoción de la plantilla
Aunque la presencia de mujeres en las plantillas de las empresas del IBEX 35 ha experimentado un ligero crecimiento, el techo de cristal sigue persistiendo. En 2023, las mujeres representaron aproximadamente el 41% de la plantilla total, una cifra homogénea a años anteriores. Sin embargo, la distribución no: en sectores tradicionalmente masculinizados, como la energía o la construcción, la presencia femenina es sensiblemente menor.
La brecha salarial también es evidente. El salario medio de las mujeres en las grandes empresas es un 18,7% inferior al de los hombres. Esta disparidad se agrava aún más en los puestos de mayor responsabilidad y en la alta dirección, donde la diferencia puede superar el 25%. Se señala que, a pesar del desarrollo de planes de igualdad, los resultados aún son insuficientes.
La presencia de mujeres en los consejos de administración ha aumentado hasta el 36,2%, acercándose al objetivo del 40% fijado por la normativa europea. No obstante, la representación femenina en la alta dirección es mucho menor, situándose en torno al 22%.
En cuanto a la contratación, las mujeres tienen mayor presencia en contratos temporales y a tiempo parcial. El 28% de las mujeres empleadas en el IBEX 35 tienen contratos a tiempo parcial, frente al 12% de los hombres. Esta situación contribuye a la precarización del empleo femenino y dificulta su acceso a puestos de mayor responsabilidad y mejor remunerados.
Conciliación y diversidad
Respecto a la conciliación, el estudio señala que, aunque el 100% de las plantillas tiene derecho a permisos por motivos familiares, son mayoritariamente las mujeres quienes hacen uso de ellos. Esto perpetúa los roles tradicionales de género y tiene un impacto negativo en la carrera profesional de las mujeres, limitando sus oportunidades de promoción y reforzando la brecha salarial.
A pesar de la implantación de políticas de igualdad y diversidad, su impacto real es todavía limitado. Solo el 60% de las empresas analizadas cuenta con planes de igualdad efectivos y mecanismos de seguimiento. Además, la formación en igualdad de género sigue siendo escasa y, en muchos casos, meramente formal.
Conclusiones
El informe concluye que, pese a los avances normativos y a la mayor visibilidad de la igualdad de género en la agenda empresarial, las desigualdades persisten vertical y horizontalmente. Se recomienda intensificar la vigilancia sobre el cumplimiento de los planes de igualdad, promover la corresponsabilidad en los cuidados y establecer objetivos vinculantes para la presencia de mujeres en la alta dirección. También se insta a las empresas a publicar datos desagregados por género y a reforzar la transparencia en materia salarial.
De cara a los próximos años, la investigación advierte que la entrada en vigor de las nuevas directivas europeas sobre sostenibilidad y diversidad obligará a las empresas a mejorar la calidad y el detalle de su actividad.