
La situación de los cuidados en España refleja una crisis estructural que afecta desproporcionadamente a las mujeres. A pesar de los avances legislativos y las políticas de igualdad implementadas, la distribución de las responsabilidades de cuidado permanece desigual, consolidando lo que especialistas denominan la «feminización de los cuidados«. Esta realidad no solo impacta en la vida personal y profesional de las mujeres, sino que también representa un impedimento para el logro de la igualdad de género efectiva y tiene importantes consecuencias económicas y sociales para el conjunto de las democracias.
Contexto europeo
La realidad española se enmarca dentro de un contexto europeo que presenta patrones similares de desigualdad de género en el ámbito de los cuidados. A nivel de la Unión Europea, el 92% de las mujeres realizan labores asistenciales no remuneradas de forma regular, en comparación con el 68% de los hombres. Esta diferencia se incrementa cuando se analizan los cuidados diarios, 81% de las mujeres frente al 48% de los hombres. Entre las madres y padres de menores de 18 años, estas cifras alcanzan el 88% y el 64% respectivamente.
Entre las personas cuidadoras, las mujeres tienden a dedicar más tiempo que los hombres a estas tareas: el doble de mujeres que de hombres dedican al menos 5 horas diarias al cuidado infantil. Esta desigualdad en la distribución del tiempo de cuidado tiene consecuencias directas en el acceso al empleo remunerado y en la calidad del mismo.
Aproximadamente el 30% de las mujeres y el 28% de los hombres con responsabilidades de cuidado experimentan dificultades para combinar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado durante al menos 4 días a la semana.
España se sitúa entre los países europeos con mayor porcentaje de mujeres inactivas debido a los cuidados no remunerados. El 25,1% de las mujeres inactivas en España afirman que no están disponibles para un empleo ni lo buscan debido a estas tareas de cuidado, situando al país como el quinto con mayor porcentaje en la Unión Europea.
La situación en España
En el ámbito español, más de 5 millones de mujeres ejercen como cuidadoras no profesionales, lo que equivaldría a más de 1,8 millones de puestos de trabajo si esta labor fuera reconocida formalmente. El 91,9% de las mujeres dedica tiempo diario al hogar y al cuidado de personas dependientes, frente al 74,7% de los hombres. Esta desigualdad se intensifica cuando se analiza la distribución específica de tareas: el 37,1% de las mujeres asume siempre o casi siempre el cuidado de hijos e hijas, mientras que apenas el 5,6% de los hombres lo hace. En el cuidado de personas mayores y dependientes, el 39% de las mujeres frente al 24% de los hombres asume estas responsabilidades de forma habitual.
Esta desigualdad se intensifica durante la etapa de maternidad activa. Entre los 32 y 33 años, edad media de la maternidad en España, el 46,2% de las mujeres se encarga casi siempre del cuidado de sus hijos, mientras que solo el 9,7% de los hombres asume esta responsabilidad. Esta diferencia evidencia una división tradicional de roles, además de suponer implicaciones profundas para el desarrollo profesional y la autonomía económica de las mujeres.
Un fenómeno particularmente preocupante es que las mujeres que deben atender simultáneamente las necesidades de cuidado de sus hijos y de sus padres o familiares dependientes. Entre los 35 y 44 años, el 46,2% de las mujeres se encarga del cuidado de una persona dependiente, en comparación con el 27,3% de los hombres. Esta doble carga de cuidados tiene consecuencias negativas para la salud física y mental de las mujeres, además de las ya explicadas.
Repercusión en el mercado laboral
En España, 58.800 mujeres dejaron su trabajo para cuidar a niños, adultos, enfermos, incapacitados o mayores, representando el 87,0% del total de personas que abandonaron el empleo por esta causa. Solo 8.800 hombres tomaron la misma decisión, según datos de la EPA del último trimestre del año 2023.
El impacto en la jornada laboral es igualmente significativo. El 95,3% de las personas que trabajan a tiempo parcial para poder ejercer labores de cuidado son mujeres, lo que representa 372.800 mujeres frente a apenas 18.500 hombres durante el año 2023.
Estudios recientes estiman que la falta de corresponsabilidad en el hogar y en los cuidados familiares tiene un coste de 95.581 millones de euros anuales, equivalente al 6,4% del PIB de 2023. Dos tercios de este coste están asociados al cuidado de menores y personas dependientes.
El trabajo de cuidados no remunerado realizado principalmente por mujeres representa el 9,05% del empleo en España y el 4,2% del PIB si fuera reconocido legalmente. Esta contribución económica invisible equivaldría a casi 2 millones de puestos de empleo nuevos en la Seguridad Social. Esta situación representa una pérdida significativa para la economía española y un factor de vulnerabilidad para las mujeres que lo realizan.
Conclusiones
La situación de los cuidados en España refleja un problema estructural: la desigualdad de género en la distribución de las responsabilidades de cuidado, perpetuando la discriminación hacia las mujeres y traduciéndose en una pérdida significativa de potencial humano y económico para la sociedad.
Existe una persistencia de patrones tradicionales de género en los cuidados, la limitada corresponsabilidad masculina, y las carencias del sistema público de cuidados mantienen a las mujeres en una situación de sobrecarga y vulnerabilidad. Ante esto, es necesario un cambio cultural profundo que reconozca los cuidados como una responsabilidad compartida y un derecho fundamental.
El sector de cuidados requiere una profunda transformación que incluya el reconocimiento profesional, la mejora de las condiciones laborales y salariales, y la provisión de formación especializada. Actualmente, más del 85% de los empleados del sector de cuidados son mujeres, es necesario regularizar su situación, garantizando sus derechos laborales y sociales.