Las mujeres emprendedoras en España

Las emprendedoras en nuestro país se enfrentan a múltiples obstáculos que limitan su acceso y desarrollo en el mundo empresarial. A pesar de que las mujeres actualmente representan el 36,4% del total de trabajadores por cuenta propia (1,2 millones de emprendedoras), sigue habiendo freno al desenvolvimiento laboral femenino. Solo el 20% de las startups españolas están lideradas por mujeres, una cifra que se mantiene estancada desde hace una década.

Principales Barreras

La falta de financiación constituye el principal obstáculo que enfrentan las mujeres emprendedoras. Los porcentajes son especialmente preocupantes en el ámbito del capital riesgo:

  • Solo el 3% del total de la financiación disponible llega a negocios dirigidos exclusivamente por mujeres

  • Las startups fundadas por mujeres reciben apenas el 2,8% del capital de riesgo

  • En Europa, únicamente el 7% de las rondas de financiación en 2023 fueron captadas por equipos fundados exclusivamente por mujeres

  • Los empresarios tienen hasta un 60% más de probabilidad de obtener financiación que las mujeres

Esta desigualdad obliga a la mayoría de emprendedoras a depender de recursos propios y familiares. El 63,6% de los proyectos emprendedores en España se financian con ahorros personales, mientras que el apoyo bancario es menor para las mujeres.

Sesgos Psicológicos y Culturales

Las dificultades psicológicas representan una barrera difícil de apreciar pero influyente. El 33% de las mujeres españolas experimenta falta de confianza en sí mismas para crear su propia empresa, porcentaje que aumenta hasta el 45% entre las millennials.

El síndrome del impostor afecta de manera desproporcionada a las mujeres emprendedoras:

  • Tres de cada cuatro mujeres experimentan este trastorno en algún momento de sus carreras

  • Esta inseguridad se traduce en menor capacidad para negociar, solicitar financiación y asumir riesgos empresariales

Los estereotipos sociales también tienen consecuencias negativas en el emprendimiento femeninoCasi dos tercios de las mujeres emprendedoras han experimentado algún tipo de estereotipo negativo, principalmente relacionado con la prioridad de la maternidad y las tareas domésticas.

La investigación académica valida que los rasgos tradicionalmente asociados con el emprendimiento (competitividad, agresividad, asunción de riesgos) se vinculan culturalmente con características masculinas. Esto genera que las mujeres no se identifiquen con el perfil emprendedor que espera la sociedad. En España, solo el 14% de las personas que han fundado startups son mujeres.

Dificultades de Conciliación

La conciliación entre vida laboral, familiar y personal añade una nueva capa a las dificultades del emprendimiento femenino. Los roles de género establecidos hacen que las mujeres asuman una mayor responsabilidad en las tareas de cuidado, lo que limita su disponibilidad para dedicarse plenamente al desarrollo empresarial:

  • Alta tasa de abandono empresarial entre los 30 y 45 años, coincidiendo con la edad de maternidad

  • Dificultades para asistir a eventos de networking y formación empresarial

  • Menor disponibilidad horaria para el desarrollo de actividades empresariales intensivas

Perfil del Emprendimiento Femenino

  • Edad promedio: 36 años con mayor concentración entre los 35-54 años
  • Formación superior: 92% cuenta con título universitario
  • Máster: 65% tiene estudios de posgrado
  • Especialización STEM: 56% en áreas técnicas, aunque con menor representación que los hombres

Las mujeres emprendedoras tienden a concentrarse en sectores específicos:

  • Hostelería y ocio (13%)

  • Cosmética (12%)

  • Cuidado de niños (12%)

  • Comercio online (12%)

Esto refleja tanto las preferencias profesionales como las barreras de entrada en sectores tradicionalmente masculinos como la tecnología, donde solo el 5% de las mujeres muestra interés frente al 16% de los hombres.

Conclusiones

El emprendimiento femenino en España continúa enfrentando barreras que van desde la falta de acceso a financiación hasta obstáculos culturales y psicológicos profundamente arraigados. Aunque ha habido avances significativos en los últimos años, la brecha de género persiste y tiene un coste económico considerable para el país.

El potencial económico y social del emprendimiento femenino es considerable, como demuestra el hecho de que cerrar la brecha podría aportar 28 billones de dólares al PIB mundial. España tiene el potencial para convertirse en un referente europeo en igualdad emprendedora, pero esto requiere acciones desde el ámbito público como desde la iniciativa privada.

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