La brecha salarial aumenta con la responsabilidad del puesto

Un estudio de la escuela de negocios Eada, en colaboración con el grupo Icsa, revela que en 2025 la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad empresarial ha alcanzado el 16,9%, la cifra más alta registrada por detrás solamente del año 2021 (atípico debido a la pandemia de la COVID-19 y no se considera relevante a efectos estadísticos). Sin embargo, este avance en representación no se ha traducido en una mejora salarial que signifique el fin de la brecha salarial en estos puestos laborales.

Desigualdad a nivel jerárquico

La diferencia salarial entre hombres y mujeres en puestos directivos, que venía reduciéndose durante siete años, ha experimentado un retroceso, situándose en un 12,9% en 2025, similar a los niveles de 2022. En 2024, la brecha era del 11,2%, lo que evidencia un cambio de tendencia tras tanto tiempo en ascensión. Según los datos salariales recopilados hasta febrero de 2025 (basados en una muestra de 80.000 registros), los directivos varones perciben una media de 95.541 euros brutos anuales, mientras que las directivas reciben 84.647 euros.

La brecha salarial varía según el nivel jerárquico:

  • Empleados: 9,7%
  • Mandos intermedios: 11,6%
  • Directivos: 12,9%

Esto indica que la desigualdad es cada vez mayor a medida que aumenta la responsabilidad del puesto.

Segregación horizontal

La presencia femenina en puestos de alta dirección sigue siendo baja, especialmente si se considera que aproximadamente el 50% de las mujeres encuestadas cuentan con formación para cargos directivos. La distribución de mujeres por áreas muestra una evidente segregación horizontal:

  • Dirección general: 9,2%
  • Dirección comercial: 7,5%
  • Dirección de producción: 5,8%
  • Dirección de tecnologías de la información (TIC): 5,1%
  • Dirección de comunicación: 40,9%
  • Dirección de recursos humanos: 34,6%
  • Dirección de márketing: 32,5%
  • Dirección de administración y finanzas: 19,3%

Las mujeres tienen mayor representación en áreas como comunicación, recursos humanos y márketing, tradicionalmente asociadas a habilidades consideradas femeninas, mientras que su presencia es mucho menor en sectores como TIC, producción y dirección general, que suelen ofrecer mayores remuneraciones y demandan mayor disponibilidad y presencialidad.

Según el informe, las mujeres suelen priorizar la flexibilidad laboral frente al salario, debido a las mayores cargas familiares que asumen, lo que contribuye a la brecha salarial. Además, la normativa actual que promueve la igualdad en puestos directivos solo aplica a empresas de más de 50 empleados, cuando el 98% del tejido empresarial español está compuesto por compañías más pequeñas. Por tanto, el reto no solo es aumentar la presencia femenina, sino garantizar igualdad de oportunidades y condiciones laborales.

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