El Consejo de Ministros aprueba una declaración institucional con motivo del Día para la Igualdad Salarial

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes 18 de febrero una declaración institucional con motivo del Día para la Igualdad Salarial (22 de febrero), acción propuesta conjuntamente por la ministra de Igualdad, Ana Redondo; la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.

El 22 febrero es desde el año 2010, el Día de la Igualdad Salarial. España y la UE conmemoran una reivindicación ante una realidad: las mujeres y los hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de un trabajo de igual valor.

Según los datos de salarios de la EPA (Encuesta de Población Activa), en 2022, la diferencia salarial mensual bruta entre hombres y mujeres fue del 15,7%. Los datos de la Agencia Tributaria indican un salario medio anual de 25.137 euros para los hombres y de 20.138 euros para las mujeres: el 25% de las mujeres perciben ganancias menores o iguales al Salario Mínimo Interprofesional, mientras que este porcentaje en el caso de los hombres es solo del 11%.

Avances para un empleo igualitario

La declaración institucional destaca, a pesar de lo datos anteriores, “los avances significativos que España ha logrado en materia de empleo en los últimos años”, aunque todavía queda mucho por hacer. Según los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa, 2024 ha sido un año histórico para el empleo, al alcanzar 21.875.900 personas ocupadas y reducirse la tasa de desempleo hasta el 10,6 %, el nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2008.

Además, la temporalidad en el sector privado se situó en el 12,4%, siendo prácticamente la mitad que antes de la reforma laboral y situándose ya por debajo de la media europea. Por su parte, en 2024 el número de mujeres trabajando aumentó en 207.400 y ha superado por primera vez los diez millones de mujeres trabajadoras.

Recientemente, la reducción prevista de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, sin reducción de salario, facilitará la conciliación de la vida personal, laboral y familiar, mejorando la calidad de vida de todas las personas trabajadoras, en particular de las mujeres, que continúan asumiendo la mayor parte de las responsabilidades de cuidados en los hogares.

Factores causantes de la brecha

La brecha se debe a varios factores, que son consecuencia de la desigualdad en el mercado laboral. La temporalidad y los contratos parciales son parte de los protagonistas. Según la última EPA, si en el último trimestre de 2019 había 27.700 mujeres más que hombres en contratación temporal, en el mismo periodo de 2023 había 337.400 más.

Las responsabilidades de cuidados constituyen el motivo para estar trabajando a tiempo parcial para el 16,5% de estas mujeres, mientras que solo para el 3,4% de los hombres este es el motivo de su contrato parcial. Los sectores donde se concentra el empleo de las mujeres (comercio, hostelería, los cuidados, gestión administrativa..,) las condiciones salariales son precarias en muchos casos. 

Con la declaración institucional, el Consejo de Ministros sostiene que «la desigualdad retributiva entre mujeres y hombres no es un hecho aislado, sino que responde a una serie de factores estructurales, complejos e interrelacionados que están profundamente enraizados en la estructura social, económica y cultural de nuestra sociedad. A lo largo de toda la historia, las mujeres han sufrido una discriminación en el mercado laboral, que se ha venido manifestando en la infravaloración de su trabajo, la segregación ocupacional, la escasa presencia en puestos de alta responsabilidad, la sobrerrepresentación en el trabajo a tiempo parcial, la interrupción de sus carreras profesionales debido a las dificultades de conciliación y la falta de corresponsabilidad en las tareas de cuidados, que recaen de manera desproporcionada sobre las mujeres».

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